El proyecto se desarrolló dentro de una plaza comercial situada en una avenida principal, donde la visibilidad y el flujo constante de personas jugaron un papel clave en el diseño. Este proyecto se centró en la creación de experiencias sensoriales a través del interiorismo, priorizando la elección de materiales y acabados que evocaran una conexión emocional con los visitantes. La referencia principal para este diseño fue la anterior sucursal, permitiendo una evolución de la imagen de la tienda mientras se mantenía la coherencia con la identidad de la marca.
Uno de los aspectos fundamentales del proyecto fue el desarrollo de una imagen comercial distintiva para la tienda. El desafío principal fue la limitación de espacio, lo que exigió una planificación meticulosa para aprovechar al máximo cada centímetro disponible. Se cuidaron hasta los más mínimos detalles, desde la disposición del mobiliario hasta la selección de texturas y colores, todo con el objetivo de maximizar la funcionalidad sin sacrificar la estética.
La experiencia de los clientes dentro del establecimiento fue el enfoque central del diseño, visualizando cómo interactuarían con el espacio y con la marca. Cada elemento fue considerado para asegurar que el ambiente no solo fuera atractivo, sino también acogedor y funcional, promoviendo un flujo natural que guiara a los clientes a través de la tienda de manera intuitiva. El resultado es un espacio que refleja los valores de la marca y ofrece una experiencia de compra memorable, consolidando la presencia de la tienda dentro de la plaza comercial.
Este proyecto es uno de los dos diseños realizados por Innside, destacando la capacidad del equipo para transformar espacios comerciales limitados en entornos que no solo cumplen con las expectativas funcionales, sino que también crean una identidad visual impactante y una experiencia de cliente excepcional.